DIARIO UNO, INFORMA ASÍ ACERCA DE 
LOS GEOGLIFOS DE CANTOGRANDE

En esa zona de Lima hay además un santuario que otros consideran un observatorio astronómico, según arqueólogo Julio Abanto.

Más cerca de lo que imaginamos, a solo unos minutos del centro de Lima y desconocidos para la mayoría de pobladores, se encuentran interesantes geoglifos que formarían parte de líneas y figuras de lo que podría haber sido en siglos pasados un observatorio astronómico o un templo.
Según informó el arqueólogo Julio Abanto Llaque del Instituto Cultural Ruricancho, en una reciente exposición en el museo de Antropología, Arqueología e Historia de Pueblo Libre, el lugar fue estudiado entre 1970 y 1985 por el especialista Lorenzo Rosselló quien interpretó que se trata de un observatorio.
Los geoglifos son figuras construidas en laderas de cerros o en planicies usando técnicas de adición de piedras. Entre las principales del mundo están las famosas líneas de Nasca.
Llaque asegura que en la pampa de Cerro Colorado de Canto Grande se encuentra un santuario que sería un lugar de adoración de las poblaciones prehispánicas que se asentaron en los alrededores y que está relacionado con los geoglifos de la parte alta.

Explica el especialista que su estudio sobre el lugar comprendió toda la parte alta de la quebrada de Canto Grande, ubicada a quince kilómetros del centro de Lima, a lo largo del distrito de San Juan de Lurigancho hasta el anexo 22 de la comunidad campesina de Jicamarca, en 53 kilómetros cuadrados “donde la quebrada se abre en dos vertientes, la primera a la derecha conocida como Canto Grande, y la segunda hacia la izquierda conocida como Media Luna, el territorio se ubica entre los 400 y el mas alto a 2240 m.s.n.m” en lo que se conoce como región yunga”.
Refiere que en el pasado grandes fenómenos aluviales dejaron sus huellas por toda la pampa y que las lluvias durante el último fenómeno de El Niño permitió el crecimiento de variedades de cactáceas, hiervas y arbustos que cubrieron las laderas de los cerros por lo que aparecieron animales como zorros, vizcachas, cernícalos, gavilanes y caracoles.
“La quebrada de Canto Grande en su parte baja guarda valiosos testimonios de su pasado prehispánico, los mismos han sido poco estudiados a pesar de su trascendencia, sus estudios se han centrado en reconocimientos para inventarios y catastros. Ojalá las autoridades preserven estos sitios para evitar su total destrucción y la perdida de evidencias históricas”, dijo.